Hace un año y medio tuve la fortuna de poder financiarme un viaje a Salvador de Bahía, una gran ciudad en el sur oceánico de Brasil. Allí me encontré con una amistad de Carles Vallejo (actual presidente del Memorial de Seat), Tadeo. Ésta gran persona tiene un bagage increíble a sus espaldas: fue hijo de un industrial brasileño, vino a trabajar a España en pleno franquismo tardío, y participó en la lucha sindical. Actuamente vive con su familia, que sigue creciendo, de vuelta en la región de Salvador de Bahía. Doy éstas primeras pinceladas porque la ciudad y la persona de la que he hablado son una referencia del Brasil actual.

Salgado registra La Sal de la Tierra

Vi el film La Sal de la Tierra, un documental de Wim Wenders sobre Sebastiäo Salgado, un economista brasileño reconvertido en fotógrafo y fotoreportero social que cubrió pueblos autóctonos de iberioamérica y conflictos armados de la extinta yogoeslavia y Rhuanda de los años 90. La biografía de Salgado se resume en su huida a la ciudad como adolescente, dónde conoce lo que es la moneda, a la participación en los movimientos sociales, dónde conoció a su mujer, en los tiempos de la dura dictadura brasileña, y su periplo por Europa con residencia principal en París.
El documental recoge la dualidad de la biografía de Salgado: la crueldad del ser humano en la dictadura y los conflictos bélicos, y la oportunidad que deja siempre la Tierra de volver a rebrotar. La creadora y productora de proyectos fue su mujer, la arquitecto Leia que indujo la creación de la obra Génesis, y Terra, hoy un parque natural que hicieron renacer de tierras yermas. Génesis muestra cómo prácticamente el 50% del planeta se encuentra tal cual en su origen biológico.

La hora de la Comisión de la Verdad en Brasil 

Y todo ello es Brasil, un inmenso país, de grandes riquezas, y grandes pobrezas. Dónde un anterior presidente, Lula, permitió ponerse en cabeza del mundo desarrollado y permitió un crecimiento nunca visto para esa gran nación. Su actual presidenta, Dilma Rousseff, padeció en sus carnes la terrible represión de la cruel dictadura brasileña. Una comisión oficial indagó los abusos del régimen militar en Brasil (1964-1985) y calificó sus resultados como “graves violaciones de derechos humanos” que orientan a juzgar a los agentes políticos que los cometieron por crímenes de lesa humanidad:

“La práctica de detenciones ilegales y arbitrarias, tortura, ejecuciones, desapariciones forzadas y hasta el ocultamiento de cadáveres no es extraña a la realidad brasileña contemporánea” 

Éste estudio saca a la opinión un período que hasta ahora no se ha querido recordar y que con una amnistía se quiso dar carpetazo de olvido. La investigación no tuvo ningún apoyo de las Fuerzas Armadas. Un dato sintomático de lo que aún ocurre en Brasil es que mantiene la mitilitarización de la Policía con institutos médicos propios y la cual mató a un promedio de seis personas por día entre 2009 y 2013, más que la de Estados Unidos en tres décadas. 

Brasil hoy día empieza a realizar su propio proceso de memoria y recuperación de dignidad histórica. Todo un gigantesco trabajo por delante… La Sal de la Tierra…