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    El mundo según la IA: Tu próxima pareja 💖, tu próximo trabajo 💼 y el fin de la democracia 🗳️, todo decidido por un algoritmo 🤖 (y a un precio bastante caro) 💸

    ¿Te imaginas un futuro donde no tienes que decidir nada? ¿Donde un superordenador elige por ti el color de tus calcetines, tu pareja ideal y hasta tu próximo presidente? Si la idea te causa escalofríos, quizás es porque la ficción de Isaac Asimov ya está más cerca de la realidad de lo que pensamos. La Inteligencia Artificial (IA) ha pasado de ser una promesa futurista a una fuerza que está redefiniendo nuestra sociedad, economía y hasta la guerra. Pero, ¿es realmente una solución mágica o una caja de Pandora envuelta en un bonito lazo de datos? Este post analiza las promesas y paradojas de la IA, desde la política hasta la economía, pasando por su lado oscuro: los trabajadores fantasma y su colosal huella ecológica.

    Sumario

    1. Cuando la máquina vota por ti (y a la vez te espía): La profecía de Asimov y la delegación de la soberanía.
    2. El ministerio de la incorruptibilidad (y del apagón): De los planes de Salvador Allende a la ministra virtual de Albania.
    3. La IA se traga tu trabajo (y la luz de tu barrio): La huella social y ambiental de la automatización.
    4. ¿Burbuja 2.0 o inversión sólida?: El ecosistema económico de la IA y el riesgo de la “burbuja de expectativas”.
    PodCast AI: IA_ Mitos y Costes Ocultos – De Asimov a Albania, ¿quién paga el precio real? – Con Gemini Deep Search

    Cuando la máquina vota por ti (y a la vez te espía)

    Imagina por un momento que un lunes por la mañana recibes un correo electrónico con el siguiente asunto: “¡Felicidades! Has sido elegido como el Votante Representativo del Año”. No, no es una broma. Según la visión de Asimov en su relato “Sufragio universal”, la democracia se ha vuelto tan ineficiente que una sola persona, cuidadosamente seleccionada por un superordenador llamado Multivac, decide la elección por toda la nación. Te sientas en tu sofá, listo para hacer historia, pero la máquina empieza a hacerte preguntas como: “Si un tren sale de A a 80 km/h, ¿cuántos huevos le quedan a tu vecino?” Y claro, tú, que ni siquiera sabes el precio de los huevos, te das cuenta de que tu voto no importa: lo que la máquina quiere es calibrar su modelo predictivo.

    El chiste, o más bien la ironía, es que hoy no necesitamos un superordenador único para perder el control. La delegación de poder se ha vuelto invisible. Piensa en cómo las redes sociales te bombardean con contenido político que ya saben que te gustará, creando una burbuja tan perfecta que ni te das cuenta de que ya no estás votando, sino que te están manipulando para votar de una manera específica. La “libertad” se ha redefinido como la libertad de no tener que pensar, dejando que un algoritmo opaco y sin rostro haga el trabajo sucio por nosotros. En este escenario, la responsabilidad no se le puede asignar a nadie en concreto, lo que hace que todo el tema sea mucho más turbio que la simple distopía de Asimov. 

    El ministerio de la incorruptibilidad (y del apagón)

    ¿Hay algo más incorruptible que un robot? Seguramente no. Por eso, en 2025, el primer ministro de Albania, Edi Rama, nombró a la IA Diella como la primera ministra virtual del mundo, encargada de las licitaciones públicas. La idea es que, al ser “100% incorruptible”, Diella pondrá fin a la corrupción de una vez por todas. Imagina la escena: el primer ministro le da la bienvenida a Diella con una alfombra roja, mientras los ministros de carne y hueso, con cara de pocos amigos, se preguntan si su próxima tarea será ir a por café. La IA no necesita sobornos, ni vacaciones, ni un coche oficial. Solo necesita un enchufe, y eso es exactamente donde reside el problema.

    A pesar de que se vende como un faro de transparencia, Diella opera en una “caja negra” impenetrable. No se sabe quién la supervisa o qué riesgos existen de que alguien manipule su algoritmo. ¿Y si un fallo en el sistema le da un contrato millonario a la empresa del primo del primer ministro? La falta de un marco legal claro hace que la responsabilidad sea un chiste sin gracia. Es como si le dieras las llaves de tu coche a un niño y, cuando choca, te preguntas quién tiene la culpa: ¿el niño, el fabricante del coche o tú, por dárselas?.

    La IA se traga tu trabajo (y la luz de tu barrio)

    Se nos ha prometido una “era post-trabajo” gracias a la IA, una utopía de robots haciendo todo mientras nosotros nos dedicamos a hacer yoga y a tomar batidos de aguacate. Pero la realidad es mucho menos glamurosa. Lo que no nos cuentan es que la supuesta “automatización” de la IA se sostiene sobre una fuerza laboral oculta y precaria: los llamados “trabajadores fantasma”. Son personas, en su mayoría del Sur Global, que etiquetan millones de fotos para que los algoritmos de reconocimiento facial funcionen, o que moderan contenido para que no veas imágenes horribles en tus redes sociales. Se les paga por tarea y, a veces, ganan menos de 2 dólares por hora. Es como si tu coche autónomo funcionara solo porque hay un ejército de personas invisibles, con patinetes, empujándolo por detrás. La IA no elimina el trabajo, lo esconde y lo desvaloriza.

    Y si creías que el impacto solo era social, espera a escuchar esto. A pesar de que la IA se vende como una tecnología “inmaterial” que vive en la nube, es una auténtica devoradora de recursos. Los centros de datos, que son sus hogares físicos, consumen cantidades de energía y agua tan grandes que, para el 2030, podrían superar el consumo de la mayoría de los países del mundo. Una sola consulta a ChatGPT consume diez veces más energía que una búsqueda normal en Google. Es como si para preguntar el tiempo en tu ciudad tuvieras que encender diez veces tu horno y dejarlo funcionando todo el día. La IA no solo tiene una huella, tiene unas botas de montaña gigantes que pisan sin piedad el planeta.

    ¿Burbuja 2.0 o inversión sólida?

    El debate sobre si la IA es una burbuja como la de las “.com” de los 90 es tan acalorado como un chat de WhatsApp con la familia. Por un lado, están los que señalan la brecha entre la inversión masiva (más de 500 mil millones de dólares) y los ingresos reales (solo 35 mil millones de dólares). Es como si todos tus amigos invirtieran en un nuevo negocio de venta de patatas fritas con sabor a brócoli, pero solo vendieran diez bolsas al mes. La burbuja parece ser de expectativas, no de dinero real.

    Pero por otro lado, los optimistas te dirán que no es lo mismo. Argumentan que las empresas que dominan el sector (como NVIDIA, Amazon o Microsoft) ya tienen ingresos y ganancias sólidas. Lo que estamos viendo es una burbuja asimétrica: el dinero se está concentrando en los grandes ganadores de la infraestructura, dejando a las pequeñas startups de aplicaciones de IA generativa con valoraciones que se hunden a una velocidad vertiginosa. Es como una carrera de coches donde los gigantes con los motores más potentes ya están en la meta y los pequeños, con sus bicicletas, se caen en la primera curva.

    Conclusiones: Hacia un futuro de IA con sentido común (y menos chistes malos)

    La IA está aquí para quedarse, pero no viene a resolver todos nuestros problemas como un superhéroe. Más bien, es una herramienta poderosa que, si no se regula con urgencia, podría reconfigurar el poder de maneras que ni Asimov pudo prever. Es crucial establecer un control humano “significativo” en las armas autónomas para que un robot no decida quién vive y quién muere. También debemos exigir transparencia en los algoritmos públicos, para que los gobiernos no usen una “caja negra” para justificar su opacidad. Por último, debemos proteger a los trabajadores invisibles que construyen este mundo tecnológico y ser conscientes de la brutal huella ecológica de la “nube”.

    Al final del día, la IA no es un cuento de hadas. Es una herramienta que refleja lo mejor y lo peor de nosotros, y si queremos que refleje lo mejor, debemos dejar de ser espectadores y empezar a ser protagonistas en las decisiones que redefinirán nuestro futuro.


    Dossier descarregable i totes les referències:

    El Mundo según la IA

    La Convergencia de Arte y Algoritmo

    París, Le Grand Palais

    Esta sección introduce la revolucionaria exposición “El mundo según la IA”, celebrada en el emblemático Grand Palais de París. Aquí exploramos el propósito central del evento: analizar cómo la inteligencia artificial no solo se ha convertido en una nueva herramienta para los artistas, sino también en una fuerza colaboradora e incluso autónoma en el proceso creativo. La exposición invita a los visitantes a un viaje reflexivo sobre el futuro del arte, la autoría y la esencia misma de la creatividad humana en la era digital.

    A través de obras que van desde la pintura generativa hasta la escultura neuronal, el evento presenta un diálogo fascinante entre la intención humana y la computación avanzada. Se cuestiona la definición tradicional de artista y se abren nuevas fronteras para la expresión, donde los algoritmos y los datos se convierten en el pincel y el lienzo del siglo XXI.

    Ejes Temáticos de la Exposición

    La exposición se articula en torno a varias ideas fundamentales que exploran la relación entre la humanidad y la inteligencia artificial en el ámbito creativo. Cada tema invita a la reflexión, presentando obras que materializan estas complejas preguntas. Interactúa con las siguientes tarjetas para descubrir los conceptos clave.

    1. La IA como Herramienta

    Artistas que utilizan algoritmos como un nuevo medio para expandir sus capacidades creativas, similar a cómo los pintores usan pinceles. La IA procesa vastas cantidades de datos para generar estéticas y formas inéditas, bajo la dirección del creador humano.

    2. Creatividad Autónoma

    Explora obras donde la IA actúa no solo como herramienta, sino como un colaborador o incluso un creador autónomo. Estos sistemas generan arte a partir de sus propios “aprendizajes”, desafiando las nociones de autoría y originalidad.

    3. Desafiando la Percepción

    Instalaciones interactivas que reaccionan al espectador, alterando la experiencia artística y cuestionando la línea entre el observador y la obra. La IA crea un espejo que refleja y transforma nuestra propia imagen y comportamiento.

    Artistas Destacados

    Conoce a algunos de los pioneros que están moldeando el futuro del arte con inteligencia artificial. Sus trabajos, presentados en la exposición, representan la vanguardia de este movimiento. Selecciona un artista para ver más detalles sobre su enfoque y sus obras.

    Refik Anadol

    Conocido por sus “esculturas de datos” y sus inmersivas instalaciones audiovisuales. Anadol utiliza la IA para transformar enormes conjuntos de datos (desde archivos fotográficos hasta registros climáticos) en visualizaciones poéticas y abstractas. Su trabajo explora la memoria, la historia y la posibilidad de una nueva estética nacida de los datos que nos rodean.

    La Experiencia Interactiva del Arte IA

    Para comprender mejor las diferentes facetas del arte generado por IA, hemos creado una visualización conceptual. El siguiente gráfico de radar compara tres formas de arte mencionadas en la exposición a través de diferentes dimensiones, desde la intervención humana hasta su impacto conceptual. Pasa el cursor sobre los puntos para explorar cómo se relacionan estas innovadoras expresiones artísticas.


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    *En aquest post ens hem donat suport de Gemini amb Deep Search, Microsoft Copilot i DeepSeek.

  • 📚Exemples d'IAG🤖🌱 - 📜Memòria i 🙏Homenatges - 🎬Realitzacions

    “Somos 5000”, Víctor Jara la escribió de puño y letra antes de su asesinato, hoy la canta gracias a la #IA

    “Somos 5000”, la última canción de Víctor Jara reproducida gracias a la #IA 50 años después

    15 de septiembre 1973, golpe de estado en Chile. Estadio: Víctor Jara, tras días de tortura, aislamiento y humillación, consigue papel y lápiz para escribir, a minutos de ser asesinado, una última canción Una que jamás vería la luz… hasta hoy …8-9-2023…

    Se presenta “Somos 5000”, gracias al músico @Fedezeppelin y el músico, compositor y productor Francisco Penas, analizaron sus canciones, interpretaron sus composiciones, y con herramientas digitales de IA se volvió a escuchar la voz de Víctor Jara, una voz que para recordar siempre y transmitirle al mundo lo que él no pudo.

    Canción:

    somos 5000 en esta pequeña
    parte de la ciudad
    somos 5000 Cuántos seremos en
    total en las
    ciudades y en
    todo el
    país solo aquí 10000 manos siembran
    yenan
    las
    fábricas
    Cuánta
    humanidad con hambre frío pánico y
    dolor presión moral terror y
    locura
    seis de los
    nuestros se perdieron en el espacio de
    las
    estrellas uno
    muerto golpeado como jamás
    creí se
    podía golpear a un ser
    humano
    qué espanto causa el rostro del
    fascismo
    llevan a cabo sus planes con
    precisión
    artera sin
    importarles
    nada la sangre para ellos son
    medallas la matanza es acto de
    heroísmo
    es este el mundo
    que creaste Dios
    mío para esto tus siete días de asombro
    y de
    trabajo en estas cuatro murallas solo
    existe un número que no
    que lentamente quiera más
    muerte pero de pronto me golpea la
    conciencia y veo esta marea sin sentido
    y veo el pulso de las
    máquinas y los
    militares mostrando su rostro de matrona
    llena de
    dulzura y México Cuba y el mundo que
    griten esta
    ignominia somos 10,000 manos menos que
    no
    producen Cuántos
    somos en toda
    la
    patria la sangre del compañero
    presidente golpea más fuerte que bombas
    y
    metrallas así golpeará nuestro
    puño
    nuevamente
    nuevamente
    tanto que mal me sales cuando tengo que
    cantar
    espanto espanto como el que vivo como el que muero
    espanto verme entre tantos y
    tantos momentos de infinito en Que el silencio y el grito
    son las metas
    de este canto
    de este canto
    de este canto